Cocinar en familia también es aprender jugando
¿Sabías que una actividad tan cotidiana como cocinar puede convertirse en una clase práctica de matemáticas, hábitos saludables y amor familiar?
Cocinar con tus hijos no solo es una actividad divertida: también es una excelente oportunidad para fortalecer habilidades como seguir instrucciones, medir cantidades y desarrollar la motricidad fina. Estas vacaciones, aprovecha el tiempo en casa para crear recuerdos deliciosos y, de paso, reforzar su aprendizaje.
Aprender matemáticas en la cocina
Cuando invitas a tus hijos a cocinar contigo, les estás regalando algo más que un momento divertido: les estás enseñando matemáticas de forma natural y significativa. Medir ingredientes, dividir porciones, contar cucharadas o multiplicar cantidades se vuelve mucho más interesante cuando se hace con comida de por medio.
Además, aprender con el cuerpo en movimiento ayuda a que el conocimiento se quede grabado con mayor facilidad. ¡La cocina es un aula multisensorial!

Hábitos saludables desde la infancia
Enseñarles a preparar alimentos sencillos y nutritivos desde pequeños puede marcar una gran diferencia en su relación con la comida. Al involucrarlos en la elección de ingredientes y en la preparación, se sienten parte del proceso, lo que incrementa las posibilidades de que prueben y disfruten alimentos saludables.
Además, cocinar juntos es una excelente excusa para hablar sobre nutrición, equilibrio y por qué nuestro cuerpo necesita ciertos alimentos.
Motricidad fina y conexión emocional
Verter yogur, cortar fruta con supervisión o servir granola son actividades que favorecen la coordinación ojo-mano y la motricidad fina. Todo esto se convierte en un juego que también fortalece la autoestima de los niños al sentirse capaces, útiles y valorados.
Y, por supuesto, está el beneficio emocional: compartir la cocina es compartir tiempo, risas y cariño. La cocina en familia fortalece los lazos emocionales.

Receta rápida y nutritiva: Vasitos de yogur con fruta y granola
Una opción ideal para introducir a los niños en la cocina es esta receta fresca, sencilla y colorida:
Ingredientes:
2 tazas de yogur natural sin azúcar
1 taza de fruta picada (fresas, plátano, mango o arándanos)
½ taza de granola sin azúcar
Miel o canela al gusto (opcional)
Preparación:
- En un vasito transparente, coloca una capa de yogur.
- Agrega una capa de fruta picada.
- Luego, una cucharada de granola.
- Repite las capas hasta llenar el vasito.
- Añade un chorrito de miel si lo deseas.
Tip: Deja que tu hijo/a elija la fruta y arme su vasito. ¡Les encantará ser parte del proceso!

Cocinar en familia también es aprender jugando
Estas vacaciones, convierte tu cocina en un espacio de aprendizaje, conexión y alegría. Las pequeñas acciones diarias, como preparar un desayuno juntos, pueden dejar grandes huellas en la vida de tus hijos.
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