Un buen sueño hoy es un gran aprendizaje mañana

Dormir bien no solo ayuda a los niños a descansar, también mejora su rendimiento escolar y su bienestar emocional. La cantidad de horas de sueño que reciben influye directamente en su capacidad para concentrarse, aprender y convivir con otros.

La importancia del sueño en el aprendizaje

Cuando los niños duermen lo suficiente, su cerebro consolida la información aprendida durante el día. Además, un buen descanso:

Mejora la memoria y la atención.
Regula las emociones.
Favorece el desarrollo físico.
Reduce el riesgo de irritabilidad y problemas de conducta.

La importancia del sueño en el aprendizaje

¿Cuántas horas deben dormir según la edad?

Según la American Academy of Sleep Medicine (2016), estas son las recomendaciones diarias:

3 a 5 años: 10 a 13 horas (incluyendo siesta).
6 a 12 años: 9 a 12 horas.
13 a 18 años: 8 a 10 horas.

Dormir menos de lo necesario puede afectar el rendimiento escolar, la salud física y la estabilidad emocional.

Rutinas saludables para un mejor descanso

Para que el sueño sea reparador y mejore el rendimiento y bienestar de los niños, es esencial crear hábitos que preparen cuerpo y mente para dormir bien. Estas son algunas recomendaciones clave:

1. Horario fijo para dormir y despertar: Mantener una rutina diaria, incluso fines de semana, ayuda a regular el reloj biológico y mejora la calidad del sueño.

2. Ambiente tranquilo en la habitación: Apaga pantallas 30 minutos antes de dormir y procura un espacio silencioso o con ruidos suaves que favorezcan el descanso.

3. Cenar ligero y evitar cafeína o azúcares en la tarde: Una cena ligera y evitar bebidas estimulantes facilita un sueño profundo y sin interrupciones.

4. Tiempo de relajación antes de dormir: Leer cuentos, escuchar música suave o hacer ejercicios de respiración ayuda a bajar el nivel de alerta y a preparar el cuerpo para descansar.